10 cosas muy auténticas que hacer en La Habana

Vedado es uno de los barrios más vibrantes y menos turísticos de La Habana. Aquí, entre calles arboladas y edificios de los años 50, se puede apreciar la vida cotidiana de los habaneros. Una buena manera de empezar tu itinerario es dando un paseo por el Parque John Lennon, donde encontrarás una estatua del legendario líder de The Beatles, antes de probar uno de los deliciosos helados de Coppelia, la heladería más famosa de la ciudad. No te quedes tampoco sin visitar algunos de los bares y restaurantes escondidos, donde la fusión de sabores y la música en vivo te sumergirán de golpe en la alegre y colorida cultura cubana.

Fábrica de Arte Cubano (FAC) es un espacio cultural interdisciplinar que desde su inauguración viene revolucionado la escena artística de La Habana. Ubicada en una antigua fábrica de aceite, FAC alberga exposiciones de arte contemporáneo, conciertos, ciclos de cine independiente, además de performances y espectáculos de artes vivas. Es un lugar perfecto para entender la creatividad y el espíritu innovador de los artistas cubanos actuales e indagar en la vertiente más contemporánea de Cuba. La interacción con los locales en este espacio te hará sentir parte de la comunidad artística de la ciudad.

Para vivir una experiencia auténtica de la vida diaria en La Habana, nada mejor que una visita al Mercado de Cuatro Caminos. Este mercado es uno de los más grandes y antiguos de la ciudad. Aquí puedes encontrar desde frutas tropicales frescas hasta productos artesanales y ropa. La interacción con los vendedores y los compradores locales te permitirá conocer más sobre las costumbres y la economía cotidiana de los habaneros. Es un lugar ideal para practicar el arte del regateo y llevarte un recuerdo único de tu viaje.

El Malecón es el alma de La Habana, un lugar donde los habaneros se reúnen para socializar, pescar, bailar y disfrutar de la brisa marina. Un paseo por el Malecón al atardecer es una de las cosas qué hacer en La Habana que no puedes perderte y las vistas del mar Caribe y la ciudad al fondo, iluminada por los últimos rayos del sol, quedarán grabadas en tu retina. Es en este momento del día cuando los lugareños se reúnen, con los que podrás charlar dejándote envolver por el ritmo relajado de la vida habanera. Eso sí, antes te recomendamos que te leas este artículo para ir aprendiendo algunas palabras y expresiones cubanas.

Bailar salsa no es solo una actividad turística, es parte integral de la vida en La Habana. Para aprender los pasos básicos o perfeccionar tu técnica, te recomendamos tomar clases en una casa de la cultura. Estos centros comunitarios ofrecen clases impartidas por bailarines profesionales y son frecuentados tanto por turistas como por locales. Es una excelente manera de conocer gente nueva y adentrarte en la esencia de la música y el baile cubano. ¿Se te ocurre un plan mejor?

En lugar de optar por un recorrido comercial de una fábrica de puros, te sugerimos hacer una ruta del tabaco más auténtica por la Habana Vieja. Aquí puedes visitar pequeñas tiendas y talleres donde los tabaqueros enrollan los puros a mano, manteniendo técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación. Habla con los artesanos, aprende sobre el proceso y disfruta de un puro fresco en una de las muchas terrazas de la zona, acompañado de un buen café cubano. 

El Callejón de Hamel es un espacio al aire libre dedicado al arte afrocubano. Este callejón está decorado con murales coloridos, esculturas y mosaicos que representan la santería y otras tradiciones afrocubanas. Los domingos, el callejón cobra vida con presentaciones de rumba y otros ritmos tradicionales. Una experiencia sensorial y cultural imprescindible para entender la riqueza y la diversidad de la cultura cubana. 

El Parque Almendares es un oasis verde en medio de la ciudad, perfecto para un paseo relajante en una atmósfera tranquila. Este parque, a lo largo del río Almendares, ofrece un entorno natural donde puedes disfrutar de un picnic, alquilar una barca a remo o simplemente caminar por sus senderos a la sombra de los árboles. Es un lugar frecuentado por familias y parejas habaneras, ideal para desconectar del bullicio urbano y conectar con la naturaleza.

Las paladares son restaurantes privados, a menudo situados en casas particulares, que ofrecen una alternativa auténtica a los restaurantes estatales. Aquí puedes degustar platos tradicionales cubanos con un toque casero y, muchas veces, creativo. Algunas paladares están ubicadas en entornos únicos, como azoteas con vistas a la ciudad o pintorescos patios coloniales. Pregunta a los locales por sus recomendaciones para encontrar las joyas ocultas de la gastronomía habanera.

Para los amantes de la música, una noche en La Zorra y el Cuervo es una de las mejores cosas qué hacer en La Habana. Este club de jazz, situado en el Vedado, ofrece conciertos en vivo de algunos de los mejores músicos de jazz de Cuba. La atmósfera íntima y la calidad de la música te harán sentir como si hubieras retrocedido en el tiempo a la era dorada del jazz. Un lugar perfecto para cerrar una jornada habanera con mucho estilo. ¡Que viva Cuba y La Habana!