Salir de vacaciones significa dejar atrás las preocupaciones y entrar en un mundo donde la única obligación es disfrutar de cada momento de relax. La elección de los hoteles de lujo de Barceló garantiza a los viajeros que estarán rodeados de lo último en confort, modernidad, elegancia y, por supuesto, lujo.

La pequeña isla de Aruba sería un pequeño trozo de tierra olvidado si no fuera por los vientos alisios, que mantienen la temperatura perfecta para ir a la playa todo el año. Aquí se encuentra el Royal Level en el Barceló Aruba, que se ubica frente a las arenas brillantes de Palm Beach. Elegir el Royal Level supone una estancia con un servicio personalizado y exclusivas habitaciones de los niveles superiores con vistas al mar.

En la República Dominicana, el Barceló Bávaro Palace hace honor a su nombre. Las luminosas y espaciosas suites tienen acceso gratuito a Wi-Fi y están equipadas con lo último en tecnología. Con vistas a la magnífica Playa Bávaro, el lujoso hotel cuenta con cuatro piscinas y dos parques acuáticos que harán las delicias de los niños. Una animada vida nocturna y un casino en el mismo hotel completan una estancia de lujo en el Barceló Bávaro Palace de Punta Cana.

El hotel Barceló Emperatriz en Madrid recoge el ambiente aristocrático del siglo XIX. El nombre se debe a Eugenia de Montijo, una emperatriz francesa de origen español que fue esposa de Napoleón II. Fue una defensora ilustrada de las artes, aunque también representaba la dignidad real y la opulencia. Eugenia es el icono perfecto para un hotel de lujo situado en una ciudad vibrante con una escena artística esplendorosa. El estilo arquitectónico y los motivos florales recuerdan el gusto de la emperatriz, pero la modernidad de sus instalaciones, que permite conectar cualquier tipo de dispositivo electrónico, mantiene el nivel de comodidad de los huéspedes en el siglo XXI. Esa combinación entre lo moderno y lo tradicional es el sello distintivo de los hoteles de lujo Barceló en Madrid.

En Alicante, el Asia Gardens Hotel & Thai Spa, a Royal Hideaway Hotel aprovecha un microclima suave para crear un jardín asiático lleno de plantas tropicales y dotado de cuatro piscinas. Dos de ellas son climatizadas y otra refleja la luz con un misterioso efecto infinito. Las habitaciones están decoradas con un estilo balinés que relaja el cuerpo y el espíritu. También están equipadas con la última tecnología, para que al viajero no le falte de nada. Lo más destacado del hotel es el Thai Spa. Los miembros del personal están entrenados en el arte del masaje tailandés, de 2.500 años de antigüedad, que se centra en equilibrar el cuerpo y el espíritu.